Hace cuatro octubres decidí que era momento de cambiar mi vida después de años de autosabotaje, procrastinación y objetivos sin cumplir.

Lo había intentado otras veces (sin éxito), pero esta vez hice algo diferente: compartí mi proceso en mi canal de YouTube.

Estuve a punto de no subir el primer vídeo de esta temática. Pensé: A quién le importa tu vida, Iris. Eres la rara de turno que “quiere cambiar su vida”, mientras, todos los demás están bien y van avanzando hacia donde quieren.

Por suerte, decidí ignorar a ese narrador en mi cabeza y publiqué el vídeo. No me esperaba es absoluto que ese vídeo cambiará mi vida de la forma en la que lo hizo. No solo la respuesta de mi audiencia fue increíble, sino que el vídeo se hizo semi-viral y mi canal empezó a despegar a partir de ese momento.

Resulta que no era la única que tenía una vida que no se parecía nada a la “vida de sus sueños” en la que no podía dejar de pensar.

Eso hizo que me comprometiera con mi progreso como nunca antes, con lo que empecé a leer, estudiar e invertir muchísimo en mi crecimiento personal.

Con ello, pude ayudar a miles de otras personas a hacer lo mismo a través de mi contenido, y descubrí lo muchísimo que me apasiona ayudar a otras personas a conseguir sus sueños y objetivos (porque sé de primera mano cómo es la vida cuando no la estás viviendo como te gustaría).

Ahora llevo a cabo mi propósito tanto con mi contenido gratuito como con mis programas de crecimiento personal para personas que quieren transformar su vida tal y como yo he conseguido hacerlo.